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¡Música rebelde!
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Iba a sacar una canción que te hundiera
pero tengo el corazón de bandera.
Y me duele hacerte daño gratuito
a pesar de que me partieras el cora.
Y yo sé que partí tu alma hace mucho.
Y que nunca volviste a confiar, ciega.
Estuve luchando por amor no hace mucho..
Y ahora actúas como si no me conocieras.
Una vida de ficción…
Una mitad de fricción y la otra mitad teatro, me perdí la función.
Recuerdo aquella erección… Una mala elección…
Hoy tengo una misión.
Una mitad de fricción y la otra mitad teatro, me perdí la función.
Sigue sonriendo, ya nada es grave mientras nos quede un segundo de recuerdos en el cráneo.
Nuestros 2 cuerpos podrían morirse, yo ya he pasado el duelo.
Ahora aléjate de mí…
Una lágrima escondido en el ojo….
Nuestra historia jamás podría haber terminado entre calma y ternura.
Te detesto como esa frase que dice: «Era demasiado bonito para ser cierto.»
Nunca reconoceré que algunas de mis emociones me asustan.
Te detesto como esa frase que dice: «Era demasiado bonito para ser cierto.»
Nuestra historia nunca habría podido acabar con ternura.
Nuestra historia nunca habría podido acabar con ternura.
No sé cómo pude dejar que me dieras sin más.
Me mató la humildad y ahora camino sin amor propio.
En los ojos de la pena mi fallo.
Me repite que la muerte está allí.
Y yo pensando en mi viejo, coño.
Aún me cruje la nariz del daño.
Yo como una flor caída en otoño.
No me digas que no pues, cariño.
El orgullo pendiente del péndulo.
Aún recuerdo haber hecho el ridículo.
Si te subes al carro echa el cinturón,
traigo barras que atraviesan el pulmón.
En la vida no hay nada seguro, sí,
que rapeo mejor que toda tu crew.
Eso es evidentísimo, nada new.
Loco nada new, na’ nuevo por aquí.
31 y parezco un chaval de 15
de espíritu joven y el alma libre.
Si escribo, sentencio. Ficha el calibre del 57 en la letra.
A mí me daría vergüenza tener tu vida.
Sobrao’ de dinero y faltos de humanidad.
¿Cómo explicaros que sois una jodida mierda? (sin que te ofendas)
Es muy difícil.
Nuestra historia jamás podría haber terminado entre calma y ternura.
Te detesto como esa frase que dice: «Era demasiado bonito para ser cierto.»
Nunca reconoceré que algunas de mis emociones me asustan.
Te detesto como esa frase que dice: «Era demasiado bonito para ser cierto.
Puedes llamarme pobre diablo, nena.