Llevo más de una década sumergido en el fascinante mundo del graffiti. Hoy quiero compartir con los atrevidos a introducirse en el mundo del graffiti un poco de mi experiencia y mi perspectiva sobre cómo se aprende este arte, y por qué pienso que no es necesario asistir a cursos ni talleres para convertirse en un verdadero graffitero, pero que puede ser interesante escuchar a personas como yo para compartir experiencias interesantes dentro del mundo del graffiti.
Mis Primeros Pasos
Recuerdo la primera vez que vi un mural en mi barrio. Era como si el concreto gris se hubiera transformado en un lienzo lleno de vida y color. No tenía idea de quién lo había hecho ni cómo, pero sabía que quería ser parte de ese mundo. Sin internet ni redes sociales como ahora, todo se aprendía en la calle, observando y practicando.
Mis primeras «piezas» (así llamamos a nuestras obras) fueron torpes y llenas de errores pero a su vez divertidas y gratificantes. En cada una de ellas había algo nuevo que aprendía. Los veteranos del barrio, aunque no siempre accesibles, se convirtieron en mis maestros. Verlos trabajar, observar sus técnicas y, a veces, recibir algún consejo era lo más valioso.
El Aula de la Calle
El graffiti es un arte que se respira en cada rincón de la ciudad. Cada muro, cada tren, cada espacio libre es una oportunidad para crear. Aquí, la calle es nuestro aula y cada graffitero es un profesor. No necesitas un curso formal porque el mejor aprendizaje viene de la práctica constante y la observación. Cada error es una lección y cada éxito, una motivación para seguir.
He visto a muchos jóvenes preguntar si deben inscribirse en talleres o cursos para aprender a hacer graffiti. Mi respuesta siempre es la misma: el graffiti no se enseña en un aula, se vive en la calle. Claro, puedes aprender técnicas y teorías en un curso, pero nada se compara con la experiencia de salir y enfrentarte a un muro en blanco. Es en esos momentos donde verdaderamente descubres tu estilo y perfeccionas tu técnica.
Compartiendo Experiencias
Dicho esto, siempre estoy abierto a compartir mis vivencias y consejos con los jóvenes que están comenzando. No me considero un profesor, pero sé que mi camino puede inspirar y ayudar a otros. Por eso, inicié mi canal en YouTube. Quiero que aquellos que no tienen la oportunidad de aprender en la calle puedan, al menos, escuchar las historias y consejos de alguien que ha estado allí.
En mi canal, hablo sobre mis primeros pasos, los desafíos que he enfrentado y las lecciones que he aprendido. No pretendo dar clases, sino compartir mi pasión y mi experiencia. Creo que escuchar las vivencias de otros graffiteros puede ser una fuente de inspiración y motivación para los nuevos talentos. Es una forma de conectar y crear una comunidad más fuerte.
El Arte de Ser Uno Mismo
El graffiti es más que pintar muros, es una forma de expresión, una manera de dejar tu marca en el mundo. Cada trazo, cada color, cada diseño lleva una parte de ti. Es un arte que no se puede encerrar en un aula porque se nutre de la vida en las calles, de la cultura urbana y de la energía de la ciudad.
Así que, si estás empezando, sal a la calle. Observa, aprende, comete errores y, sobre todo, diviértete. Y si alguna vez necesitas un consejo o simplemente quieres escuchar una historia, mi canal está allí para ti. Recuerda, el graffiti se vive, no se estudia.
Gracias por escuchar y espero ver pronto tus piezas adornando las calles de nuestra ciudad. ¡Nos vemos en los muros!
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